Teresa Auserón
A los 55 años de edad se ha marchado físicamente de nuestro mundo Teresa Auserón Marruedo, pero ni se ha marchado ni se marchará nunca jamás su espíritu ni su recuerdo, sobre todo entre mucha gente de aquí, de Zaragoza. Teresa es un símbolo de lo mejor de esta ciudad, un símbolo de la tenacidad, del amor por la música, de la lucha sin cuartel a favor de un mundo justo y libre de cadenas y todo ello siempre desde la amabilidad, desde la alegría, aunque eso sí desde la contundencia, porque cañera era un rato. Teresa pertenece a una generación cuya característica principal fue ser buena gente, gente que compartió un montón de ilusiones, gente que no iba solo a lo suyo, gente que creyó que entre todos podíamos construir una vida mejor, para todos, gente que no era egoísta, que no quería ser más que nadie a toda costa, pero eso sí, tampoco menos; y además de todo esto - o quizá incluso por encima de esto- gente que vivió la música de verdad y que aprendió a llenar los vacíos, las carencias, las desilusiones, los golpes y las pérdidas con acordes y letras que mostraban caminos donde crecer y aprender a ser cada día un poco mejores personas, caminos que a veces conducían a utopías inalcanzables, eso sí, inalcanzables excepto para el espíritu y eso era y es lo importante.
La cultura y el arte en Zaragoza no se pueden entender sin el enorme esplendor de los años 80, años difíciles pero plenos de entusiasmo en las calles tras tantos años bajo la dictadura de Franco. Y en el centro del esplendor de lo que entonces se sintió como contracultura en contraposición a la cultura habitual, o lo que es lo mismo, en el centro de la cultura hecha en la calle, o en los sótanos de esta ciudad, allí estaba siempre ella, Tere Auserón. Tocó con un montón de grupos, de gente, de amigos de entonces a los que recuerdo con tanto cariño, como IV Reich, Los Monos, Enano y Las Locas entre otros. Y siempre estuvo dispuesta a mover lo que hiciera falta para que la música de esta ciudad fuera adelante. Tere ha sido siempre Punk a rabiar. Dio igual que apenas trascendiera fuera de nuestras calles, sí, es igual, ese no era el objetivo, el objetivo no era ninguno, lo importante era ser y ella era, ella era y es para siempre de verdad.
Desde aquí trasladar mi ánimo y mi abrazo lleno de cariño a todos los que fueron sus compañeros en aquellos grupos a los que perteneció, a su pareja, amigos y a su familia a la que tanto aprecio. Querido Goyo Auserón, ya nos veremos algún día y charlaremos y nos abrazaremos a la salud de todos los que aún nos mantenemos en pie; a la salud de aquellos que pusieron, ponen y pondrán toda su alma en pos de un sueño, que no por difícil era y es menos real: El sueño de vivir, cada día. Y por supuesto sonreiremos y brindaremos en el recuerdo de tu querida hermana, amigo.
Como ella decía, como sus hermanos, su pareja y sus mejores amigos han proclamado a los cuatro vientos tras su marcha, por favor, recordémosle con alegría y amor, sobre todo eso. Así que no se me ocurre otro modo mejor en este momento que invitaros a todos a escuchar música, a los que conocisteis a Tere y a los que no; a tantos que leéis esto desde lugares lejanos y que no tuvisteis la oportunidad de conocerle; a tantos que os interesa saber cómo diablos es esta ciudad, pero de verdad: Sabed que se acaba de ir alguien que ha sido imprescindible y que está para siempre ligada a los mejores recuerdos de este pequeño mundo que formamos los que desde Zaragoza hicimos música o la vivimos con intensidad, da igual desde arriba que desde abajo del escenario.
Yo os invito a que escuchéis en su honor la canción que más os guste, porque así era Tere, un espíritu libre, respeto por todo y por todos y sobre todo música. Yo, permitidme, lo que más recuerdo y recordaré de ella es el gran cariño que siempre me mostró, eso es lo que siempre llevaré de ella conmigo, eso es lo que permanecerá siempre en mi corazón por encima de todo y por lo que me siento hacia ella, hacia ti Tere, tan profundamente agradecido.
