SESENTA

Sesenta, ahora que lo leo de cerca sesenta es una palabra rara, se-sen-ta. Hoy cumplo sesenta años. Recuerdo que hace treinta años, tal día como hoy estuve pensando que había conseguido vivir la mitad de mi vida dedicándome a lo que me gusta, a mi vocación desde niño, a la música. Y que si había llegado hasta ahí con lo difícil que había sido, la segunda mitad de mi vida, que calculaba que llegaría a los sesenta, como hoy, sería mucho más fácil, porque a medida que vamos cumpliendo años el tiempo va más y más deprisa.

Llevo retirado de las actuaciones en directo dieciséis años, fue una decisión muy meditada, la mejor decisión de mi vida. Y ahora sé que la hora de retomar mi camino en la música ha llegado, sé que ha llegado el momento de volver a los escenarios. Justo en el momento en que pensé hace treinta años que mi vida más o menos iba a terminar. Bueno, y si miro un poquito más atrás, tengo que reconocer que en mi veintena creí que mi vida iba a durar como mucho apenas unos pocos años más, no daba un duro por mí, pero apareció Susana.

Y ahora, hoy, a los sesenta, estoy pensando en comenzar de nuevo, quién me lo iba a decir. Espero que en vez de ser este el final sea dos tercios solamente, me encantaría, me gustaría tanto, amo tanto esta vida, es una fortuna tan grande estar vivo, lo sé bien - muy bien - cada vez que miro en mi agenda de todos estos años pasados y veo tantos y tantos nombres que me he negado a borrar; cada vez que buceo en mi recuerdo; cada vez que pienso en cuántos, cuantísimos ya no están conmigo o sin mí, pero en este mundo. Cada noche doy gracias por seguir vivo, cada noche doy gracias, por esto y por quienes tengo la fortuna de ser acompañado en este viaje que espero que sea lo más largo posible.

Hace años mi hijo me dice que tengo que volver a tocar, él y Susana estuvieron conmigo en una excepción que hice en 2017 y 2018 para tocar en París, Japón y New York. Quise que mi hijo me viera tocar lejos de casa, y esa fue la razón que me hizo volver a coger mi guitarra sobre esos escenarios. Desde entonces hasta hace unas semanas no había vuelto a tocar un concierto ante nadie. Seis años hasta que el pasado 15 de junio cogí de nuevo mi guitarra para tocar una selección de las canciones que he compuesto en mi vida para unos cuantos amigos. Fue en una casa en medio de los montes del pre pirineo, en Gillué. Fue algo improvisado, sin micro, sin equipo, sin electricidad, y esto último no es un decir, porque no había corriente eléctrica que había sido cortada porque a unas decenas de kilómetros había sucedido un incendio forestal que por suerte fue sofocado. Así que de ese modo, a la luz de las velas, interpreté mis canciones. Y una de ellas es ésta con la que os acompaño estas palabras mías, que son ya las de un señor mayor. Sesenta años, quién lo hubiera dicho.

Esta canción es “Al Final de la Ciudad Dormida”, la que dio título a mi primer disco en solitario que hice en 2015 pero que no presenté en directo de modo oficial, apenas dos actuaciones prácticamente sin anunciar, un disco que no publicité apenas y que casi nadie conoce. Pero ¡Ay amigos! Qué satisfecho me siento de haberlo podido grabar, mi mejor disco, si alguien lo quiere escuchar pues la verdad es que estoy encantado, ahí está en todas las plataformas a disposición de quien quiera conocer de qué van esas últimas canciones que hice.

Volveré a grabar un nuevo disco en solitario para el que he compuesto las canciones durante estos años, si todo va bien terminaré un libro de memorias que ando escribiendo y lo que anticipo que voy a hacer muy pronto, antes de todo eso, ya, este otoño, es regresar a tocar en directo, lo mismo que hice con esta canción en Gillué, yo solo, con mi guitarra, si es que en algún lugar todavía queda alguien después de todos estos años pasados que me quiera ver cantando de nuevo. Serán canciones como ésta, las que cuentan cosas sobre esta vida que amo tanto y este mundo en el que he tenido y tengo la fortuna de vivir, por muy difícil que haya sido y siga siendo a veces.

Aquí tenéis este pequeño adelanto de lo que haré en directo muy pronto, solo que esta vez improvisado a la luz de las velas, hasta pronto amigos.