TRES DÍAS QUE CAMBIARON NUESTRAS VIDAS
Esta mañana, Susana y yo, hemos ido con nuestro hijo a la Exposición sobre el 40 Aniversario de la “Muestra de Pop, Rock y otros Rollos” en los Antiguos Depósitos de Agua del Parque Pignatelli. Él quería conocer cómo fueron aquellos años de explosión artística en Zaragoza y ver la que fue mi guitarra, allí expuesta, sobre la que tanto le he hablado, y que yo no había visto hasta ahora desde hace 35 años. La tuve que vender en una mala racha, no me quedó más remedio. Ahí en la exposición, junto a la guitarra, hay un texto donde cuento su historia.
Nada más entrar a la exposición, lo primero que uno encuentra es algo que a mí ya me ha ganado el corazón: Nada más y nada menos que el cartel anunciador del “Primer Concurso de Rock Ciudad de Zaragoza” de 1982, donde actuamos por primera vez Distrito 14. Qué emocionante ver las fotos de algunos de los grupos que allí participamos. Allí nos conocimos e iniciamos - cómo íbamos a imaginar - un camino de toda una vida que, de un modo u otro, hemos compartido. Ahí estuvo Mauricio Aznar al frente de Golden Zippers, que luego cambiaría el nombre por Más Birras, recuerdo cómo me impactó escucharles y conocer a Mauricio, su sencillez, su bonhomía. Allí estuvo Gabriel Sopeña con Ferrobós, ganadores del concurso junto con Doctor Simón y Los Enfermos Mentales, o Aborígenes del Cemento, a quienes había visto anteriormente en directo y me encantaban. Y Parkinson - y su rock ácido y oscuro - y Acolla y Pedro Botero, aunque en esa ocasión se presentaron como Latido. Años después me enteré que también estuvo Enrique Bunbury como bajista de Rebel Waltz, aunque allí no tuve la oportunidad de conocerle.
En este inicio de la exposición, dedicado a los antecedentes de la Muestra del 84, también hay una sección dedicada a algunos de los grupos que comenzaron en la ciudad en los 70 y que yo de chaval seguía con fervor. Fueron pocos pero muy buenos: Los primeros Pedro Botero, rock duro de verdad, La Codorniz, rock setentero, Vam Cyborg haciendo música electrónica al modo de Tangerine Dream, a quienes había visto actuar por colegios mayores y Micky Mouse con los hermanos Peralta, a quienes tantos idolatrábamos, enormes músicos de jazz rock que luego se fundieron con el cantante de Puturrú de Fuá, Curro Fatás, para formar La Curroplastic. Digamos que estos fueron nuestros hermanos mayores musicales.
LA MUESTRA Y SUS CONSECUENCIAS
La exposición continúa con aquellos tres días inolvidables de la Muestra - 23, 24 y 25 de marzo del 84 - que supusieron un antes y un después en la historia de la música y la cultura zaragozana. Casi 30.000 personas acudieron a disfrutar de aquella cita ¿Cómo es posible que semejante acontecimiento fuera organizado por un puñado de chavales sin ninguna experiencia? La respuesta es sencilla, todo lo pudo su ilusión y sus ganas de cambiar las cosas. Eran años de transgresión y de ruptura con un pasado gris, que hizo que nuestro país se convirtiera en el más moderno del mundo. Y el momento llegó a Zaragoza, pero además bien merecido, porque el arte y el talento que esta ciudad, pequeña y de provincias, albergaba en el subsuelo de locales de ensayo y algunos garitos escondidos, era enorme. Y, de repente, salió a la luz en esta Muestra, como magma desbordante. Y los años posteriores demostraron que no se trataba de algo efímero. Y no quiero dejar de resaltar algo que creo que fue fundamental, importantísimo: Es que todos los medios de comunicación local de la época, se volcaron en dar a conocer aquella verdadera revolución cultural. Precisamente hay una sección en la exposición dedicada a Cachi, que tanto hizo por dar a conocer aquella música que los grupos le llevábamos en maquetas caseras y que él difundía desde Radio Zaragoza, dándole la misma importancia que a las mejores músicas de la época venidas desde Madrid, USA o Inglaterra.
También en un apartado de la exposición se pueden ver video-documentales de aquellos tres días. Es conmovedor ver imágenes de aquellos grupos de la Muestra. Entre los grupos punk del primer día cómo olvidar a Cocadictos y a su cantante Alma, arrolladora, hay una enorme foto suya en la exposición, espectacular. O a IV Reich, el grupo punk de Zaragoza con más reconocimiento fuera, salvajes. Todos los grupos, fueran del estilo que fueran, destilaban pura verdad, pura ilusión y también pura inocencia, no hay más que recorrer esta exposición y contemplar detenidamente los rostros y cada una de las miradas que ahí aparecen reflejadas por estupendos fotógrafos, que también tienen su correspondiente sección, son pura luz.
El segundo día de la Muestra, sábado, se dedicó al rock: Entre otros Catarsis, Caja Negra, Proceso Entrópico, Ferrobós, JJJ, Pedro Botero, Tza Tza con Santiago del Campo tocando el saxo (hay una foto suya icónica) que más adelante sería cantante en Especialistas. Y cerrando ese sábado actuábamos nosotros como invitados, con un concierto completo. Unos días después nos marchábamos a Alemania a grabar nuestro primer disco. Recuerdo ver el público desde el escenario ¡Buahhh! Lleno absoluto. Creo que todos estos 40 años desde entonces, al recordar la sensación de aquella actuación y de la energía que nos transmitió aquel público, solo la he podido resumir en una palabra: ¡Bestial!
El tercer día dedicado al pop contó con grupos como Golden Zippers, Boda de Rubias, Sombras, Principal Izquierda, John Landys Fans con su carismático Santi Rex, quien más adelante formaría Niños del Brasil. Decir que, entre los grupos de la Muestra, estaban tres de los miembros que más adelante formarían Héroes del Silencio: Enrique Bunbury se presentaba como bajista del grupo Proceso Entrópico. Como final de la exposición hay una sección dedicada a Héroes, con instrumentos suyos de la época, imágenes y un recorrido por su historia.
Es imposible para mí mencionar en estas breves pinceladas a todos los que me gustaría, como Materia Degenerada, Doctor Simón, Alta Sociedad, en fin, o los grupos invitados de fuera. Y no solo música, por allí estuvieron colaborando en diferentes menesteres los pintores Paco Simón, Eugenio Ampudia, Ignacio Guelbenzu, o el escultor Ángel Orensanz. Hubo secciones de moda, cine musical, video clips, fanzines y muchísimas emociones vividas aquellos días, y revividas al recorrer esta exposición, que también reserva un gran espacio para todo lo que supuso la explosión de La Muestra en los años posteriores en nuestra ciudad: La creación de sellos discográficos como Interferencias, que también tiene una sección con todos los discos que editaron, o la creación de las dos salas de actuaciones históricas en nuestra ciudad, la Sala Metro y En Bruto. Ahí se pueden ver colgados un montón de carteles de los grupos que pasaron por esas salas, que nos colocaron por fin en el circuito musical en España. Y también una sección dedicada a los grupos que vinieron después como Amaral, El Niño Gusano o Las Novias. También en esta parte final hay una foto enorme y conmovedora de Mauricio Aznar cantando con Gabriel Sopeña, junto con las dos guitarras con que compusieron la canción “Apuesta por el Rock and Roll”.
Hay tantas cosas que ver. Sin duda aquellos tres días de La Muestra - y aquellos grupos - fueron el germen que, con el tiempo, situaría nuestra ciudad en el mapa nacional e internacional de la música. Nadie debería perderse esta exposición, mi agradecimiento personal a sus organizadores, por contribuir a que aquellos tres días que cambiaron nuestras vidas no caigan en el olvido. Y por supuesto, gracias a los organizadores de la Muestra, aquellos chavales que hicieron posible el sueño de una ciudad, hasta entonces, en mitad del desierto.
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